Nada que valga la pena viene fácil o rápidamente. Pasaron 15 años desde el momento del asesinato del reverendo Dr. Martin Luther King en 1968 para que el Congreso estableciera una fiesta nacional en su honor. Pasaron 3 años más, hasta 1986, para que el primer estado la celebrara. Y no fue hasta el 2000, 42 años después, que los 50 estados dedicaran un día de servicio en honor al trabajo de MLK. Desde su muerte, las ideas de libertad y justicia para todos han evolucionado para satisfacer las necesidades del momento presente.

Desde entonces, cada año, el Día de MLK ha significado diferentes cosas en diferentes comunidades. Las luchas para que cada persona tenga libertad, equidad y desarrollo personal, continúan en todo el país todos los días. Se han hecho avances a un alto nivel: la legislación ha abordado los derechos de voto, poseer propiedades, iniciar negocios, recibir un trato equitativo en la contratación y en el lugar de trabajo, y otras áreas. Pero hemos visto innumerables ejemplos en los últimos 2 años de las áreas que necesitan más progreso y cambio, en la vida individual y colectiva.

El verdadero espíritu del Día de MLK y la manera de respetar y emular a todos los activistas es particular para cada comunidad. Los vecinos saben cómo son tratados y cómo se tratan unos a otros. Conocen las formas en que son injustamente excluidos del acceso a oportunidades y de los beneficios que otros reciben. Algunas de estas inequidades solo pueden resolverse a nivel de intervención legislativa. Otros deben abordarse cuadra por cuadra, con personas individuales, familias y grupos comunitarios creando las condiciones que quieren ver en el mundo.

La pandemia ha cambiado las necesidades y las estrategias de activismo. En Filadelfia, muchos grupos están respondiendo el 17 de enero. Este tiempo de acción colectiva proporciona combustible para impulsar los esfuerzos de activismo, para que no comiencen a decaer en el transcurso del año. Al igual que el Año Nuevo, sirve para reiniciar, reenfocar y reforzar energía en el trabajo.

Cualquiera que busque la oportunidad de unirse a otros residentes preocupados y pasar algún tiempo promoviendo una causa, puede buscar a través de Global Citizen (globalcitizen365.org). Casi 50 de las empresas, instituciones y organizaciones de justicia social más prominentes e influyentes de Filadelfia patrocinan el Día de Servicio de este año, desde Independence Blue Cross y Johnson & Johnson, hasta las universidades de Drexel y Temple, Urban Affairs Coalition, Philabundance, Philadelphia Inquirer, y otros. Los esfuerzos de Global Citizen comenzaron el 3 de enero y continuarán durante todo el mes. Al registrarse para obtener una cuenta en Global Citizen, los usuarios pueden acceder a 164 oportunidades de voluntariado, algunas puntuales, como limpiezas comunitarias y conversaciones, otras en curso durante todo el año. 123 de estas oportunidades están programadas para realizarse específicamente el 17 de enero, en varios lugares de la ciudad. A las 10:45 am en el Centro Nacional de la Constitución, se leerá el discurso “Tengo un Sueño”.

Este año, aunque el mundo parezca más desafiante y el progreso más fuera de nuestro alcance, el único camino a seguir es un paso y una acción a la vez. Cualquiera que sea la acción, conversación, evento o defensa, el esfuerzo acumulativo inclina el arco del universo moral hacia la justicia. Participe, en cualquier lugar, y de cualquier manera, ayudando a hacer avanzar a Filadelfia. Ayude a continuar el trabajo del Dr. King.

1 COMENTARIO

  1. Me llama mucho la atención que en ninguna parte del artículo se hable de la lucha por la justicia racial, que era el motor de los esfuerzos de MLK.
    En cambio se diluye su importancia al hablar de “todas las acciones a favor de la justicia”.
    Hasta noto un cierto parecido con las ideas de “All lives matter” como respuesta de los grupos privilegiados (en su mayoría blancos y evangélicos) para no perder el poder que un desafío como BLM representa al evidenciar la brutalidad policíaca.
    Es una lástima que se haya perdido la oportunidad de hablar de justicia racial en este día.
    Yo tuve la oportunidad de colaborar en este periódico. Y lo agradezco profundamente. Pero desde que comencé, noté un fuerte sesgo evangélico, por eso decidí dejar de participar. Desgraciadamente muchas de las personas de nuestra comunidad latina no saben de dónde vienen los recursos que mantienen a proyectos como este. Es sabido que cada medio responde a intereses, pero en algunos es más explícito que en otros.

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