Las historias de los inmigrantes en Estados Unidos son un testimonio vivo de sacrificio, coraje y perseverancia. Pedro Escárcega, un empresario mexicano radicado en Delaware, es uno de esos ejemplos de esfuerzo, pasión y superación. A través de sus proyectos que van desde lo artístico a la gastronomía, a su más reciente incursión en el mundo del podcasting, Pedro no solo ha logrado construir negocios exitosos, sino también inspirar a la comunidad migrante a perseguir sus sueños, a pesar de los obstáculos.
En una Charla de Impacto, Pedro compartió detalles de su vida personal y profesional, resaltando cómo su enfoque resiliente, su amor por la gastronomía mexicana y su afán por contribuir a la comunidad latina le han permitido superar las dificultades y encontrar el éxito. La historia de Pedro es, sin duda, un reflejo de la determinación y el espíritu de lucha que caracteriza a los inmigrantes latinos que buscan forjar un futuro mejor en tierras extranjeras.
Inicios de un sueño en tierras lejanas
Pedro nació en México, en un entorno familiar que, aunque modesto, estuvo lleno de amor, trabajo arduo y valores que marcaron su vida. Estudió Comunicación Publicitaria en el Colegio Americano de Fotografía Ansel Adams, en la Ciudad de México. Desde joven tuvo claro que quería contar historias a través de imágenes. Inspirado por el desarrollo tecnológico en Estados Unidos, decidió mudarse temporalmente para adquirir equipo profesional de fotografía y video, con la idea de regresar a México y ejercer su profesión. Sin embargo, la vida le tenía preparado otro camino.
Después de trabajar, reunir recursos, comprar su equipo y enviarlo a México, terminó regresando a EE. UU., donde tuvo que enfrentarse a barreras como el idioma, la adaptación cultural y, sobre todo, la incertidumbre de estar lejos de su país natal.
A pesar de esos desafíos, nunca perdió de vista su objetivo: alcanzar el éxito. «Todo lo que logré es el resultado de no rendirme. Si caí, me levanté, y si no sabía algo, aprendí», afirmó.
Pedro es un emprendedor que ha sabido reinventarse una y otra vez. Su primer gran emprendimiento fue DreamArtStudio, una productora de contenidos visuales que fundó con el objetivo de ofrecer servicios de fotografía, video y marketing para la comunidad hispana y ahora tiene una amplia clientela. Con este proyecto pudo combinar su formación académica con su vocación creativa, abriéndose camino en un mercado competitivo a través del talento, la constancia y el compromiso con la calidad.
Resiliencia en tiempos de crisis
Una de las pruebas más duras que enfrentó fue la pandemia de COVID-19. El sector creativo fue uno de los más afectados, y él sabía que no podía quedarse de brazos cruzados.
“Lo último que necesitabas en plena pandemia era un video o una fotografía. ¿Quién iba a invertir en eso?”, recordó.
Ante la incertidumbre, Pedro vio en la crisis una oportunidad para adaptarse y diversificarse. “Me puse a investigar, a aprender. Pensé: tenemos que expandirnos si no queremos morir. Fue un punto de inflexión”, señaló.
Así nació su incursión en la producción de comerciales y contenido de servicio público. Junto con su equipo, ofreció versiones en español de los anuncios que el Estado necesitaba: campañas sobre el uso del cubrebocas, medidas de distanciamiento y prevención del contagio. “Las compañías contratadas por el gobierno no hablaban español y no sabían si las traducciones eran buenas. A través de una amiga conseguimos trabajo haciendo esas versiones para la comunidad latina en Delaware”, relató.
Además, en medio de ese panorama complejo, Pedro y su equipo mantuvieron viva una de sus tradiciones más queridas: la creación de un majestuoso set navideño. “Cada diciembre es distinto. Ese diciembre durante la pandemia pensé que nadie iba a venir. Pero hay familias que regresan cada año.
Un pedazo de México en Delaware
No conforme con el éxito en las artes visuales, emprendió otro negocio. Según cuenta, “Mexican House Restaurant” en Delaware, se ha convertido en un referente de la gastronomía mexicana auténtica en la región, ofreciendo no solo platillos deliciosos, sino también una experiencia cultural que permite a los comensales sentirse como si estuvieran en México. Desde su mole artesanal, hecho con ingredientes frescos, hasta las salsas molidas a mano en un molcajete, cada platillo es una representación de la tradición culinaria de su país.
Sin embargo, lo que distingue a Mexican House Restaurant no es solo la calidad de su comida, sino el ambiente que Pedro dice que ha logrado crear.
«No se trata solo de servir comida, se trata de ofrecer una experiencia. Quiero que la gente sienta que está en un pedazo de México, que viva la tradición y la calidez de nuestra cultura. Para nosotros, cada plato es una forma de honrar nuestra historia», expresó.
Un podcast de inspiración
Recientemente, comenzó un proyecto que también promete dejar huella: su podcast titulado «Cómo lo logré«, en el que, junto a su amigo y colaborador Erwin, entrevista a personas que han superado grandes obstáculos en su vida y han alcanzado el éxito. En este espacio, busca ofrecer una plataforma para contar historias reales de superación, historias que inspiran a otros a luchar por sus sueños, sin importar las dificultades.
«El éxito no se mide solo en dinero o fama. Para mí, el éxito es cuando logras superar un obstáculo que parecía insuperable. Cuando alguien vence una enfermedad o logra abrir su negocio, eso es éxito. El éxito se encuentra en la capacidad de levantarse una y otra vez», destacó.
A través de su podcast, Pedro ha dado voz a personas de diferentes campos, desde empresarios hasta personas que han enfrentado situaciones difíciles en su vida personal. El podcast busca inspirar y recordar a la audiencia que, a pesar de los tropiezos, siempre hay una forma de seguir adelante.
Celebrando la latinidad a través del arte comunitario
Más allá de sus emprendimientos personales, Pedro también dirigió un gran proyecto artístico comunitario, que celebra la cultura latina de forma innovadora y colectiva. La Guagua 47, es una producción cultural sin precedentes en Filadelfia que involucró cientos de personas entre artistas y miembros de la comunidad. El cortometraje musical cuenta la historia de una joven migrante latina que, al sentirse sola en una ciudad desconocida, encuentra un autobús mágico que la lleva a descubrir comunidad, identidad y esperanza.
Muy pronto esta obra, se volverá un musical.
La Guagua 47 aborda temas universales como la migración, el sentido de pertenencia y la fuerza de la comunidad, y representa la diversidad de expresiones artísticas de la diáspora latina en Estados Unidos.
La fuerza de la comunidad latina en EE. UU.
Pedro destacó lo importante que es la comunidad latina en Estados Unidos. A pesar de las adversidades, los latinos han demostrado ser un grupo resiliente, capaz de adaptarse, aprender y superar los obstáculos que se les presentan.
«Nosotros, los latinos, somos una comunidad fuerte, resiliente. Sabemos lo que es luchar por nuestros sueños, a pesar de las dificultades. No venimos a quitar nada, venimos a sumar, a contribuir, a aportar lo mejor de nuestra cultura», subrayó el multifacético emprendedor, quien tiene claro que su misión no es solo crecer personalmente, sino también ayudar a otros a alcanzar sus metas.
Es un testimonio de cómo los latinos en Estados Unidos han logrado, con esfuerzo y dedicación, establecerse en diferentes campos. «Los inmigrantes latinos estamos cambiando la narrativa. Hoy, somos parte activa de este país y no solo eso, estamos contribuyendo a su crecimiento», aseguró.
Un mensaje de esperanza y determinación
Pedro dejó un mensaje claro para aquellos que enfrentan dificultades en su camino: vivir sin miedo. A pesar de los obstáculos, las pérdidas y las crisis, cree firmemente que lo más importante es seguir adelante con determinación, adaptarse a los cambios y no perder de vista los sueños.
«Cada día es una oportunidad para crecer, para aprender. Si algo no sale bien hoy, siempre hay mañana. Lo importante es seguir intentando, seguir luchando y nunca perder la esperanza», concluyó.
La historia de Pedro es un ejemplo de lo que significa ser un inmigrante: una persona resiliente, capaz de adaptarse a cualquier circunstancia, que no se rinde ante los obstáculos y que está dispuesta a aportar lo mejor de sí misma a la sociedad. Pedro es prueba de que el verdadero éxito no está en lo material, sino en la capacidad de superar adversidades e inspirar a los demás a hacer lo mismo.

