$230 millones en fondos educativos en Pensilvania, congelados por el gobierno de Trump
Los fondos debían distribuirse el 1 de julio, pero un aviso del Departamento de Educación emitido la semana pasada indicó que no se liberarían mientras continúe la revisión. No se proporcionó un cronograma y se advirtió que aún “no se han tomado decisiones” respecto a las subvenciones del próximo año escolar.
La revisión de la Casa Blanca, que busca alinear el gasto federal con sus prioridades políticas, podría afectar gravemente a las familias de bajos ingresos, que dependen en gran medida de campamentos de verano y programas después del horario escolar.
Críticos advierten que la pérdida de estos fondos podría tener consecuencias devastadoras para estudiantes y familias en Pensilvania. El estado podría perder más de 200 millones de dólares destinados a programas clave de educación y actividades extracurriculares, como parte de la congelación de aproximadamente 6.000 millones de dólares en subvenciones federales ordenada por el presidente Trump.
Según estimaciones Pensilvania podría perder más de 230 millones de dólares. Estas subvenciones, normalmente asignadas el 1 de julio de cada año, ya habían sido aprobadas por el Congreso y eran parte de la planificación financiera de distritos escolares y organizaciones sin fines de lucro en todo el estado.
Además de los programas extracurriculares, esta medida pone en riesgo el currículo escolar, la tecnología y otros servicios esenciales en distritos con altas necesidades. El Instituto de Políticas de Aprendizaje (Learning Policy Institute) indica que los fondos congelados representan alrededor del 13.4 % de toda la financiación federal que recibe Pensilvania para educación K-12.
Entre los fondos retenidos se incluyen:
- $70.5 millones para apoyar la instrucción eficaz y reducir el tamaño de las clases,
- $55.4 millones para apoyo estudiantil,
- $53.1 millones para centros de aprendizaje del siglo XXI, y
- $11.1 millones para la educación de hijos de trabajadores migrantes.
La decisión llega pocos días después de la aprobación del presupuesto republicano de Trump, el cual eliminará el seguro médico para millones de personas, mientras otorga importantes recortes fiscales a los más ricos.
La congelación de fondos deja a los estados y distritos escolares en el limbo presupuestario para el verano y el próximo ciclo escolar, generando incertidumbre sobre cuándo —o si— recibirán el dinero. También sienta las bases para un enfrentamiento con los demócratas, quienes sostienen que la Administración está incumpliendo la ley al retener fondos ya asignados por el Congreso.
Sin ese dinero, muchas escuelas no podrán ofrecer cuidado infantil gratuito o accesible después de clases para familias de bajos recursos, ni contratar al personal necesario para enseñar a estudiantes que están aprendiendo inglés.
Incluso campamentos y clases que ya comenzaron este verano podrían verse interrumpidos.
Por ejemplo, los Clubes de Niños y Niñas de Estados Unidos (Boys and Girls Clubs of America) dependen de parte de estos fondos para operar sus programas de verano. Si no se restablece el financiamiento pronto, estas actividades podrían cancelarse a mitad de temporada. Los programas del otoño también estarían en riesgo.

