«Tengo hambre, mamá». Estas palabras sencillas de un niño pueden despertar miedo y angustia en el corazón de padres y cuidadores cuando la despensa está vacía. Vivimos en Estados Unidos, el país más rico del mundo si se mide por la riqueza neta total. Sin embargo, esa riqueza no siempre llega a los hogares, especialmente a las familias que luchan por cubrir sus gastos en medio de una economía inflacionaria. La parte del ingreso destinada a la alimentación se reduce cada vez más, mientras el costo de los alimentos, los servicios públicos y otros productos esenciales sigue aumentando.
Más de un tercio de los hogares estadounidenses (más del 36%) reportan tener dificultades para pagar sus gastos habituales. A esto se suma la suspensión reciente de los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), el cierre del Gobierno federal y la falta de pago a trabajadores militares y federales. Muchas personas necesitadas quedan fuera por superar ligeramente el umbral de ingresos requerido para recibir ayuda.
El cierre del gobierno en Estados Unidos duró 43 días, comenzando el 1 de octubre de 2025 y finalizando el 12 de noviembre de 2025, por casi dos semanas 42 millones de personas en EE. UU., no recibieron o recibieron incompletos sus beneficios de alimentos.
Pero cuando los niños dicen que tienen hambre, Filadelfia responde con unidad. Con determinación y el espíritu de amor fraternal que nos caracteriza, nuestra ciudad se une para encontrar soluciones.
La alcaldesa Cherelle L. Parker firmó una orden ejecutiva que instruye a todos los departamentos y empleados de la ciudad a tomar medidas inmediatas para enfrentar la emergencia, sin necesidad de seguir procedimientos burocráticos (excepto los requisitos constitucionales obligatorios). “Esto puso en marcha el plan en todas las agencias de la ciudad”, explicó la abogada de Filadelfia, Renee García.
Bajo el liderazgo de la alcaldesa Parker, la ciudad lanzó el Plan de Apoyo One Philly SNAP, una iniciativa de 14 millones de dólares para brindar alimentos y asistencia durante el cierre.
El presidente del Concejo Municipal, Kenyatta Johnson, junto a otros miembros del Concejo, ha promovido activamente esta ayuda, ha asignado fondos y ha participado personalmente en la distribución de alimentos. Lo encontré en un evento de distribución en Point Breeze. “Estamos preparados para alimentar a 1,000 personas hoy”, comentó. “Hasta ahora, 500 ya han recibido generosas bolsas de comida”. El evento seguía en marcha en ese momento.
Johnson destacó que Filadelfia, como la segunda ciudad más grande del país y con una alta tasa de pobreza, debe enfrentar la inseguridad alimentaria, el hambre y la estabilidad económica general mediante la creación de empleos sostenibles y el acceso a trabajos dignos.
Las filas eran largas, con muchos adultos mayores y personas con discapacidades usando andadores y bastones para avanzar.
Mabel, una residente de 75 años de Point Breeze, compartió su experiencia: “Con el costo de la comida, los servicios y mis medicinas, me cuesta mucho salir adelante. Los cupones y la comida que nos dan me ayudan bastante”.
Los adultos mayores pueden recibir comidas diarias en centros comunitarios locales a bajo costo o sin costo alguno. La Philadelphia Corporation for Aging (215-765-9040) y Catholic Charities (222 North 17th Street, 3er piso, Filadelfia, PA 19103) pueden ayudar a conectar a los mayores con programas de alimentación adecuados.
Aquí tienes algunas formas de encontrar comida cerca de ti:
- Busca en Google “comida gratis” + tu código postal o “comida gratis en Filadelfia”
- Visita https://www.phila.gov/food/ y busca por código postal.
- Llama a la línea de ayuda de United Way al 211.
- Contacta con Share Food Program y Philabundance, los dos principales centros de distribución de alimentos de la ciudad.
- Comunícate con BenePhilly, que ofrece asistencia gratuita para inscribirse en programas de beneficios públicos que pueden ayudarte a cubrir alimentos, seguro médico, servicios públicos y más.
Las despensas locales y organizaciones comunitarias trabajan incansablemente para atender las necesidades inmediatas de los habitantes de Filadelfia. Ya sea que enfrentes una enfermedad grave, una dificultad temporal o vivas sin hogar, hay ayuda disponible. Nuestra ciudad está lista para responder al llamado cuando los niños claman por comida—con compasión, acción y alimentos nutritivos.

