Ser madre es una de las condiciones o “profesiones” más admiradas por sus virtudes y por ser una de las más difíciles y abnegadas.
Muchas madres inmigrantes llegaron a Filadelfia, a una tierra desconocida y con una lengua ajena, y tuvieron que superar todos sus miedos, debilidades y retos; y “ponerse los pantalones” para lograr sacar adelante a sus hijos, y abrirles la posibilidad de un futuro mejor, muchas veces haciendo sacrificios extremos para poder costearles una vida digna y en no pocas ocasiones una carrera universitaria.
De hecho, según muestran las estadísticas estudiantiles del curso 2021-2022, eh 11% de los graduados en la Universidad de Pensilvania correspondió a estudiantes latinos, Mientras que en la Universidad de Temple el 7% de sus diplomas fueron para estudiantes hispanos; la mayoría de los cuales tenían a sus espaldas el escondido y silencioso esfuerzo de una madre inmigrante y, quizás en el mejor de los casos, de ambos progenitores, pero según demuestran varios análisis, las madres solteras latinas, son cada vez más y más pobres, como lo expone la editora de Hoy en Delaware, en un artículo especial para Impacto.
Aunque los desafíos sean cada vez mayores, con resiliencia las latinas suelen superarlos, y es que hay claras muestras de la fortaleza de estas mamás, pero, además, las historias de las madres coraje trascienden la maternidad biológica.
Un modelo de esta maternidad ejemplar lo ha sido para muchos el de María del Pilar Morales; una madre puertorriqueña que inmigró a Filadelfia hace décadas con su esposo y sus dos hijos pequeños. Les tocó vivir todas las dificultades que son de esperarse cuando se tiene que arrancar de cero; en parte es por eso por lo que empatiza tanto con su numerosa audiencia que la sigue fiel mañana a mañana en su programa matutino radial.
Por más de 35 años, María acompaña a sus radioescuchas; ha puesto en alto el nombre de los puertorriqueños como locutora profesional, ha entrevistado desde la vicepresidenta Harris, hasta recientemente a Gloria Estefan, pasado por Hector Lavoe y Marc Anthony.
Hay quienes desde niños escuchan su voz reaseguradora y alegre, hay quienes, habiendo dejado a sus madres en sus países, la escuchan como una caricia melancólica y le comparten sus problemas. La comunicadora boricua es parte del imaginario social latino de la región.
Su experiencia de esfuerzo y sacrificio al servicio de la comunidad le ha dado un lugar especial de muchos corazones, que se sienten orgullosos y representados por su matriarca en la que confían. Mamá María, no solo conecta con su audiencia con lo que transmite, ella captura con facilidad los sentimientos de sus oyentes, “los escucha”. Es como una terapista del barrio, especializada en subir el ánimo, encontrando siempre un buen consejo para sortear las dificultades de la vida. Además, es una gran defensora de las buenas causas, por lo que esta semana, Impacto rinde homenaje a esta valerosa mujer, María del Pilar Morales, por su maternaje sobre la comunidad latina en Filadelfia.