Amilcar Arroyo.

Amilcar Arroyo nació en Lima, Perú, hijo de Teodora y Javier Arroyo. Estudió en la Universidad Garcilaso de la Vega en Lima para obtener su título en Administración de Empresas en 1973. Trabajó durante 16 años en el Banco Central Hipotecario del Perú.

Llegó a Miami en 1989, de ahí partió a Puerto Rico y luego regresó a Miami, donde vivió unos meses hasta que le llegó una propuesta de trabajo en Hazleton, para empacar tomates en una finca en Sugarloaf. Posteriormente, trabajó en la fábrica textil “Pocono Knits” durante seis años y, posteriormente, en Quebecor World Printing durante siete años.

En mayo de 2004, abrió una oficina en el centro de Hazleton para publicar el periódico mensual hispano “El Mensajero”. Expandió su negocio a Scranton, Stroudsburg, Wilkes-Barre, Kingston, Reading y pequeños pueblos de la zona, sin embargo, como muchos periódicos impresos ante la difusión de las nuevas tecnologías en la era digital, tuvo que concentrarse solo en su mercado original; pero ahora con un producto de mejor calidad.

Don Amilcar tiene ya 36 años en Hazleton, cuando llegó cuenta que había solo unos 50 hispanos, hoy en día, considera que, de una población de cerca de 30 mil habitantes, 25 mil son dominicanos. El crecimiento de la población ha significado muchos retos, entre ellos la falta de vivienda, y por momentos la inseguridad, lo que llevó en el 2006 un movimiento antinmigrante por parte de las autoridades, con una ordenanza municipal “Inmigration Relief Act”, que él, junto con otros líderes, resistieron hasta vencer en las cortes.  

Hoy es una ciudad muy prospera, “los latinos son los que han traído vida a lo que era una ciudad fantasma… ahora hay futuro”. El pionero relata que por falta de oportunidad se iban a otras ciudades grandes, y que, en su experiencia, aunque los blancos los veían como extraterrestres, en su mayoría eran hospitalarios y amigables. Hoy día, a pesar de ser minoría, los blancos son sus mayores clientes.

El empresario comparte que el más grande problema de los hispanos en esa pequeña ciudad es la falta de representación, y aunque unos 6 mil latinos están registrados para votar, no lo hacen y de los que votaron en las pasadas elecciones, muchos lo hicieron con poca información, o desinformación, lo que los llevó a votar por Trump en contra de sus propios intereses. Arroyo dice que sabe que algunos de ellos ya están arrepentidos, en especial por las políticas migratorias pues ya han deportado a personas cercanas; pero otros confían en que la economía va a mejorar significativamente después de un tiempo.

El comunicador, recuerda que durante las elecciones lo llegaron a entrevistar decenas de reporteros de todo el mundo, ya que el condado de Luzerne es el que más crecimiento de latinos ha tenido en todo Estados Unidos. Su vida y experiencia acumulada en tan particular ciudad, hacen que la sabiduría de Amilcar sea un embajador cultural no solo de esa región, sino de todo el país.  

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