INICIOS
Nacida en 1951 en La Habana, Cuba, la reverenda Bonnie Camarda emigró a España en su adolescencia y luego a Estados Unidos, donde obtuvo una maestría en Administración de Empresas en Wharton Business School de la Universidad de Pensilvania y una maestría en Divinidad, en la Rice University. “Llegué aquí gracias a mis familiares, que pagaron mi educación. Fue un choque cultural, tenía 16 años, no conocía a nadie que hablara español ni tenía familia. Por eso, cuando dicen que los jóvenes no pueden lograr nada, me río, porque soy un ejemplo de que sí se puede”.
Ante la pregunta de si cambiaría algo de sus inicios o de su niñez, respondió con convicción: “No, no hubiera cambiado nada. Viví en distintos países y con distintas personas. Mi vida fue enriquecida. Aprendí que en muchos momentos tenía que seguir adelante… y eso hice.
Y si bien, afirma no arrepentirse de sus vivencias, señala con sensibilidad una excepción: “Si tuviera que cambiar algo, sería que toda mi familia hubiese podido salir de Cuba al mismo tiempo”.
Desarrollo profesional
Aunque estudió negocios, la Rev. Camarda sintió un llamado profundo hacia la filantropía. Una amiga le regaló una Biblia y, al leerla juntas, descubrió una relación personal con Dios: “Me di cuenta de que no se trataba de mí, sino de ayudar a otros. Ahí comenzó todo”.
Durante casi nueve años, trabajó como directora de Finanzas en Cruzadas Cristianas, en Nueva York y Colombia, apoyando a líderes locales. Al regresar a Estados Unidos, inició su labor pastoral en Filadelfia con la comunidad Viviente. Su ministerio se fortaleció especialmente en Hunting Park: “No fue fácil llevar el evangelio allí, pero supe que Dios me había puesto en ese lugar, y eso era lo que yo quería hacer. Ya regresé a casita, y aquí empezamos el evangelismo”.
En la calle 5 de Filadelfia, la Rev. Bonnie, comenzó un proyecto comunitario junto a familias y pastores, brindando apoyo espiritual y material. Allí conoció al reverendo Luis Cortés y juntos fundaron el Clero Hispano de Filadelfia, que dio origen a Esperanza, una organización que ha transformado vidas en Hunting Park y más allá.
“La única forma de lograr cambios, era crear una organización no eclesiástica. La visión del reverendo Cortés hizo posible Esperanza”.
Misión y liderazgo
Con esta visión encontró en Esperanza una plataforma para servir con fe y compromiso social. Como miembro de la Junta durante más de 26 años, incluyendo uno como presidenta, contribuyó a proyectos económicos, educativos y comunitarios en toda Filadelfia.
Como cofundadora del Clero Hispano, sigue impulsando el diálogo interreligioso y trabajando con escuelas, iglesias y autoridades. Su misión es: “Unir y servir, usando los dones que Dios me dio y aprendiendo de otros”.
Su conexión con el servicio la mantiene activa como directora de Alianzas Comunitarias del Ejército de Salvación en la División Este de Pensilvania y Delaware. Desde ahí lidera iniciativas sociales como distribución de alimentos, apoyo a familias desplazadas, reducción de la violencia, salud mental y respuesta ante emergencias.
“Esta experiencia me ha dado la oportunidad de trabajar para mi comunidad y expandir mi labor a otras”, afirma.
El Ejército de Salvación es una red de centros comunitarios que ofrece asistencia social y espiritual, con servicios religiosos los domingos y actividades durante la semana.
Legado
Su impacto social le valió en 2022 una resolución oficial del Concejo Municipal de Filadelfia, que la reconoció como líder espiritual y constructora de alianzas para la comunidad latina. Tras el huracán María, fue nombrada ciudadana honoraria de Puerto Rico por su labor con inmigrantes. “Falta mucho por hacer; servir es mi legado: ayudar a quienes tienen menos y transformar vidas, desde la calle hasta un hogar, trabajo y escuela, todo con la ayuda de Cristo”.
Futuro
La Rev. Bonnie sigue activa en la justicia social y el bienestar comunitario, conectando iglesias y recursos para servir a quienes más lo necesitan. Con visión de unidad y fe firme trabaja por un futuro de esperanza: “Los líderes debemos unirnos, compartir la visión y trabajar juntos para generar cambio. Ese es mi legado”.
Con vocación incansable y liderazgo compasivo, la Rev. Bonnie Camarda es una Vida de Impacto.
“La labor de la reverenda Bonnie ha dejado una huella profunda en la vida de miles de personas a lo largo de décadas. Es una mujer de solidaridad inquebrantable y una empatía poco común, cuya entrega al servicio comunitario inspira a quienes la rodean.
Con temple, carácter y una voz firme, no teme enfrentar los temas más difíciles, siempre buscando soluciones justas y urgentes. He tenido el privilegio de trabajar junto a ella en la Comisión de Asuntos Latinos tanto durante la Administración del gobernador Wolf como recientemente con el gobernador Shapiro, y en cada espacio ha demostrado su compromiso inquebrantable con nuestra comunidad.
Su ejemplo es faro y fuerza. Gracias por enseñarnos lo que significa liderar con el corazón”. Emilio Buitrago

