El jueves 6 de noviembre, la noche estaba fresca, pero el aire en el Salón de Recepciones del alcalde en el Ayuntamiento vibraba con energía y orgullo. Fue más que un evento; fue una poderosa afirmación de la voz en la inauguración del ¡Oye! One Philly Latino Oratorical Showcase. Retratos de todos los alcaldes de Filadelfia adornaban las paredes, mientras la enorme sala se llenaba con las voces poderosas de estos jóvenes. Los veintiún finalistas no solo recitaban palabras; encarnaban el legado de resistencia, poesía y aspiración de grandes latinos como Julia de Burgos y nuevas voces como la poeta local Denise Frohm.
Entre los finalistas hubo cuatro estudiantes de Esperanza Academy Charter School. Helianna Amarante, de cuarto grado, recitó la sabiduría de la astronauta Dra. Ellen Ochoa y ganó el tercer lugar en la categoría de primaria. Evangelyne Ortiz, de séptimo grado, presentó una apasionada pieza de César Chávez sobre el trabajo inmigrante. Israel Santiago, de noveno grado, canalizó el fuego de Pedro Albizu Campos, hablando sobre la independencia puertorriqueña, y se llevó el tercer lugar en la categoría de secundaria. Eskarlet Santos, de undécimo grado, ofreció un extracto rítmico de spoken word de The Poet X de Elizabeth Acevedo sobre aceptación y latinidad. Cada uno cautivó al público durante sus pasajes de uno a dos minutos.
Esta poderosa exhibición fue una colaboración entre la Oficina de la Alcaldía para el Compromiso Latino y la Oficina de Educación de la Alcaldia. Entre los invitados de honor estuvo la Dra. Evelyn Núñez, directora y superintendente de Esperanza Academy Charter School. Los jueces incluyeron administradores de Esperanza Academy y miembros de la Junta Asesora de la Oficina de Compromiso Latino, entre ellos Celina Vélez y la suscrita. Fue un cierre perfecto para el Mes de la Herencia Hispana en un año en que su identidad ha estado bajo ataque y los jóvenes tienen pocos espacios para expresarse. El éxito del evento promete iniciar una nueva tradición en Filadelfia.
No quedó un ojo seco en la sala mientras estos estudiantes se paraban frente a familiares, maestros, funcionarios y jueces, haciendo escuchar sus voces. La emoción fue un reconocimiento colectivo de que estas voces importan, que estas historias son esenciales y que el futuro de Filadelfia se enriquece y se fortalece con la pasión y el coraje de sus jóvenes oradores latinos. ¡Oye! ¡Escucha! Estos jóvenes tienen algo que decir.

