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“La Carrera de la Antorcha Guadalupana” símbolo de fe, unidad y resiliencia de la comunidad migrante

Eréndira Zamacona frente a la imagen de la Virgen de Guadalupe. (Foto: Cortesía)

El domingo 30 de noviembre los cuadros con las imágenes de la Virgen de Guadalupe y San Diego estuvieron en la iglesia de Santo Tomás de Aquino, donde se inició la procesión encabezada por la Antorcha Guadalupana, encendida en la Ciudad de México el 30 de agosto, para llegar a la parroquia del Sagrado Corazón en el sur de Filadelfia. A pesar de la llovizna y la baja temperatura, feligreses y monaguillos caminaron hora y media tras el vehículo de la Asociación del Tepeyac de Nueva York, que transportaba las veneradas imágenes.

Una de las participantes es Lucía Margarita Romero, conocida como “Mamá Luci”, quien desde hace 19 años acompaña las imágenes en cumplimiento de la promesa que le hizo a su hijo migrante de Maryland quien dos meses después de su regreso a México falleció en un accidente automovilístico.

“Mamá Luci” de 68 años en Sto. Tomás de Aquino en Filadelfia. (Foto: Leticia Roa Nixon)

El impacto de las políticas antinmigrantes

Eréndira Zamacona, oriunda del estado mexicano de Puebla, quien es parte de uno de los comités organizadores de este evento, lleva nueve años participando en la carrera de relevos a lo largo de tramos de la trayectoria de La Antorcha.  “Este año no hubo carrera en varios estados ya que nos afectó mucho el tema de la inmigración, las redadas y detenciones, y la meta fue proteger a las comunidades participantes”, puntualizó.

Danzantes concheros del “Niño Doctorcito” de Delaware y el “Oratorio de Corpus Christi y la Virgen de Guadalupe” de Hammonton, NJ. (Foto: Leticia Roa Nixon)

Agregó que “es triste, porque es algo que nos impacta cuando tenemos una creencia y pedimos mucho a Dios y a Mamá Lupita que interceda por todos nosotros los inmigrantes”.

Jóvenes de ascendencia mexicana veneran a la Virgen de Guadalupe. (Foto: Leticia Roa Nixon)

La activista, conocida cariñosamente como “Ere”, compartió que este año estuvo en dos iglesias, en Baltimore y en la iglesia St. Elizabeth en el estado de Delaware. “Lo que me motiva a seguir participando en La Carrera de la Antorcha Guadalupe es mi fe, creencia, esperanza y devoción. No solo pido por mí, sino por toda la humanidad y que Mamá Lupita proteja nuestra fe y dignidad en cada rinconcito de nuestra mente y de nuestro corazón”, expresó con convicción.  También cree con firmeza que” hay que mantener la calma y ser positivos en esta situación que no es fácil”.

El mensaje de este año “Mensajeros por la dignidad de un pueblo dividido por la frontera”. (foto: Leticia Roa Nixon)

En la misa de la parroquia de la Divina Misericordia, de la iglesia de San Francisco de Vineland en Nueva Jersey, el sábado 29 de noviembre, cuando se recibieron los cuadros con las imágenes veneradas, el padre Joel Arciga Camarillo afirmó que “La Emperatriz de las Américas” no es solo de los mexicanos sino de todos los creyentes en ella, y que no usa pasaporte para cruzar la frontera”, y pidió por todos los inmigrantes del mundo.

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