Cerca de 500 activistas procedentes de Pensilvania Central, Pittsburgh y Filadelfia, participaron en una protesta de dos horas en Philipsburg Memorial Park y Cold Stream Dam, el 24 de agosto. Sus demandas principales fueron que se cierre el Centro de Procesamiento Moshannon Valley, por su acrónimo en inglés MVPC, en el condado Clearfield, el centro de detención federal más grande de Pensilvania y el noreste del país; y que no se renueve el contrato en 2026 entre los comisionados del condado y la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), y el Grupo GEO, una organización lucrativa con sede en Florida.
Megan Guidi, la fundadora de Mujeres de Pittsburgh por la Democracia fue una de las organizadoras, junto con grupos civiles como “Indivisible”, y organizaciones sin fines de lucro defensoras de los derechos humanos y de los inmigrantes. Durante su mensaje, Megan afirmó que “más de 15 días en confinamiento solitario es tortura, de acuerdo con los expertos de las Naciones Unidas; pero un estudio de ‘Doctores por los Derechos Humanos’, de 2024, muestra que en las detenciones de ICE el promedio es de 27 días”.
“Según los propios datos de ICE –continuó–, ninguna otra instalación usa el confinamiento solitario tanto como el Centro de Procesamiento Moshannon Valley. Hasta esta primavera, 147 detenidos estuvieron en confinamiento solitario cada mes”.
Otra de las demandas de la organizadora es que se liberen a los confinados en MVPC y no sean enviados a otros centros de detención de ICE y, a largo plazo, que se cierren los centros de detención de la región como Elizabeth, Pike, Clinton, Erie y Delaney Hall, a nivel nacional. Otra acción es exhortar a los congresistas a ejercer su autoridad “para entrar al MVPC y ver lo que realmente sucede allí”.
Luther Gette, miembro del concejo municipal de Phillipsburg, habló sobre la responsabilidad del público para protestar contra la injusticia y las demandas recientes de la Unión Estadounidense por la Libertades Civiles (ACLU).
Presencia de activistas de Filadelfia y latinos
La rabina Linda Holzman, integrante del Movimiento Nuevo Santuario, señaló la muerte del chino Chaofeng Ge, de 32 años, a principios de este mes en ese centro de detención. Esta es la segunda muerte de un detenido desde que ese centro de detención comenzó a funcionar en septiembre de 2021 tras firmar su contrato de operación con los comisionados del Condado Clearfield.
El representante estatal del Distrito 200, Christopher Rabb, expresó con vehemencia: “buscar la seguridad no es un crimen y nunca debería llevar a una sentencia de muerte. Estoy aquí en Moshannon porque este no es un centro de procesamiento. Es una prisión que lucra con el dolor ajeno. Cerrarla no es una idea radical. Lo que es verdaderamente radical es normalizar la crueldad y la deshumanización a nuestros vecinos. Cada persona detenida tiene su historia, una familia y un futuro digno de pelear por él. Pensilvania no puede hacerse de la vista gorda a esta injusticia. Es tiempo que el Condado Clearfield dé por terminado su contrato con ICE y con el Grupo GEO, y que dejen nuestro estado de una vez por todas”.
Rose De La Luz, de “Unides para Servir”, de Norristown, dio testimonio acerca de lo difícil que ha sido visitar a su primo, detenido por una infracción de tráfico de un vehículo en el cual era el pasajero el 1 de mayo. En un intento de visita reciente, ella llegó a las 10:30 am y los guardias la hicieron regresar varias veces con excusas arbitrarias hasta las 4:30 pm.
Jaime Martínez, organizador de defensa comunitaria de “Casa San José”, un centro de bienvenida y de recursos para la comunidad inmigrante ubicado en Pittsburgh, afirmó contundentemente que “las operaciones del Centro de Procesamiento Moshannon Valley señalan a una sociedad que elige la detención en vez del Sueño Americano, la encarcelación sobre la integridad y las ganancias sobre las personas. Opera a expensas de nuestros dólares como contribuyentes y de la dignidad en sí misma. Ningún inmigrante merece ser tratado como menos que un humano, privados de su dignidad y enjaulados por haber buscado un futuro de seguridad, en tanto los accionistas corporativos llenan sus bolsillos de dinero”.
Habló también acerca de su experiencia de visita a un amigo que estuvo nueve días en un confinamiento solitario, sin poder lavar su uniforme. “Celdas frías, regaderas con agua tan caliente que escalda la piel, habitaciones con 200 personas, entre otras condiciones, denigrando la individualidad y humanidad de los confinados”, precisó el organizador comunitario.
Durante la protesta se leyeron testimonios anónimos para proteger la seguridad de los detenidos, en los cuales se menciona cómo son transportados esposados y encadenados durante 4 horas sin saber a dónde son llevados. “Al llegar recibimos un uniforme, una bolsa de comida y nos llevaron a las celdas, una habitación con 50 mujeres. Yo tenía una manzana en mi bolso y las confinadas no dejaban de mirarla, ya que una de ellas lleva un año detenida sin probar fruta fresca, corté la manzana en muchos pedacitos y di el mío a una de ellas”.
Muchos de los inmigrantes detenidos en MVPC no tienen récord criminal y están confinados sin el debido proceso. Los inmigrantes indocumentados son de Pensilvania, Ohio y Nueva Jersey entre otros estados. Son transportados por ICE a esta prisión remota, a cuatro horas de Filadelfia, donde sufren aislamiento, cuidado médico que no cumple con los estándares, denegación de acceso adecuado y oportuno a intérpretes y un récord largo de violaciones a los derechos humanos que está siendo documentado por organizaciones como Juntos y ACLU, entre otras.

