El Fiscal General de Pensilvania, Dave Sunday, encabezó el pasado 3 de noviembre, una conferencia de prensa en Norristown junto con los fiscales de los condados de Montgomery (Kevin R. Steele), Bucks (Jennifer Schorn) y Delaware (Jack Stollsteimer) para presentar los resultados de la “Operation Clean Sweep”, una ofensiva regional que busca frenar el tráfico de drogas proveniente del vecindario de Kensington, en Filadelfia.
La operación, desarrollada entre septiembre y octubre de este año, culminó con más de 100 arrestos, la incautación de 12 armas de fuego y la confiscación de drogas con un valor estimado de 365.000 dólares. Entre las sustancias decomisadas se encuentran fentanilo, heroína, metanfetamina, cocaína, crack, PCP, oxicodona, suboxone, xanax, hongos psilocibios, codeína y marihuana.
Durante el anuncio, el Fiscal General Sunday destacó que el objetivo principal de la operación es “romper los oleoductos del narcotráfico que conectan a Kensington con los suburbios de Filadelfia”, una región que ha experimentado un incremento de la violencia y de las sobredosis relacionadas con drogas provenientes de ese corredor.
“Este esfuerzo conjunto demuestra lo que podemos lograr cuando las agencias locales, estatales y federales trabajan unidas. Estamos cortando las rutas que alimentan la adicción y destruyen comunidades enteras”, afirmó Sunday.
El comisionado de la Policía de Filadelfia, Kevin Bethel, también participó en el evento, subrayando la importancia de la colaboración entre jurisdicciones para abordar el narcotráfico que opera sin fronteras municipales. “El crimen no se detiene en los límites de la ciudad, por eso nosotros tampoco podemos hacerlo”, dijo Bethel.
La operación Clean Sweep forma parte de una estrategia estatal más amplia que complementa la acusación federal anunciada el pasado 24 de octubre por la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito Este de Pensilvania. En esa acción, 33 presuntos miembros de la Weymouth Street Drug Trafficking Organization fueron acusados de conspiración para distribuir fentanilo, heroína, crack y cocaína en Kensington, donde mantenían una red activa desde 2016.
Las autoridades explicaron que las investigaciones federales y estatales están estrechamente vinculadas, pues muchos de los sospechosos detenidos en los suburbios mantenían conexiones directas con las redes de distribución establecidas en el norte de Filadelfia.
El fiscal de Montgomery, Kevin Steele, aseguró que las acciones continuarán: “No se trata de una operación aislada. Seguiremos persiguiendo a quienes intentan trasladar las drogas y la violencia de Kensington a nuestros vecindarios. Esta cooperación regional apenas comienza”.
Las agencias participantes incluyeron la Oficina del Fiscal General de Pensilvania, las oficinas de los fiscales de Montgomery, Bucks y Delaware, la Policía de Filadelfia, la DEA, el FBI y múltiples departamentos de policía municipales.

