Foto ilustrativa Pexels.

Reading, PA La historia de la humanidad, desde la mayoría de las creencias, señala que no solo somos materia; pero no voy a abundar sobre temas espirituales, lo que quiero es compartir mi opinión respecto a la influencia de quienes nos rodean.   Comienzo por mencionar que hay un sinnúmero de cosas y acontecimientos que influyen en nuestras vidas, incluso los partidos políticos, y de eso, vaya que sabemos los dominicanos, pues hemos sido formados con fuertes ideas partidarias desde niños, y que nos van invadiendo desde las escuelas, hasta los barrios, pasando por la familia, y así vamos adoptando una ideología política. Esto me lleva a recordar cuando mis hijos eran pequeños, y yo pertenecía a un partido político; ellos hasta se sabían el himno del partido, y cuando en una ocasión nuestro candidato perdió, mi hijo de apenas un niño, lloró. Ahora me rio a carcajadas al recordarlo.

Pongo esto como ejemplo para señalar, de qué manera se fue formando en nosotros lo que somos ahora.

Soy lectora de la Biblia y creo lo que está escrito en ella. Hay un versículo que dice “instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él”, (Proverbios 22:6). Aunque usted no lo tenga consciente, la influencia del medio influye en un gran porcentaje en su pensamiento, en sus creencias, y por ende en sus acciones; aunque claro, hay excepciones.

Lo que quiero enfatizar es la manera como los adultos fungen como maestros de los niños, y como forman futuros adultos, sin muchas veces darse cuenta de cómo los influencian. Ellos son una página en blanco en la que escribimos los adultos, y ahí radica la importancia de lo que vamos formando en ellos y la responsabilidad que esto conlleva. Aunque también siendo adultos, seguimos siendo influenciados por lo que nos rodean, porque nuestro ambiente y circunstancias siguen moldeándonos cada día.

Nos seguimos formando de acuerdo con quienes nos rodean, ya que así también vamos adquiriendo más valores, como amor, paz, agradecimiento, colaboración, compasión y respeto. Aun de adultos seguiremos progresando, somos seres en evolución, y así como nos impacta nuestro entorno, también impactamos a quienes nos rodea. Por lo que los exhorto a reflexionar en ello, y considerar lo que den y lo que reciben, para que siempre sea una influencia positiva. Así que, no nos cansemos de dar eso que forma y agrega valor, si nos fijamos bien, nos daremos cuenta de cómo llegamos a ser eso que somos.

Que el impacto del Señor nos mantenga el pulso equilibrado.

¡Un abrazo!

emma_matinez10@hotmail.com

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