Janet Diaz

El cambio climático lo consume todo. Cuando trae destrucción toca todas las facetas de nuestras vidas.

Cuando vivía en Puerto Rico, en la finca azucarera de mi tío, un huracán arrasó con las fincas y las casas que nos rodeaban. Cuando mi familia llegó a Pennsylvania sufrimos sin tener un hogar donde vivir y una de las cosas más difíciles fue estar a merced del clima extremo. Olas de calor, tormentas intensas que el cambio climático ha hecho más frecuentes y mortales. Es una realidad cada vez más crítica. El clima extremo y las inundaciones amenazan la salud y la economía de Pensilvania.

Este año, el huracán Isaias desplazó a más de 130 personas en Pensilvania y dejó 12 muertos a medida que avanzaba por la costa este. En la última década, Pensilvania ha sido golpeada por el huracán Sandy y la tormenta tropical Lee, que juntas causaron $77 mil millones en daños y 180 muertes.

En el mismo período, Pensilvania ha experimentado tres grandes inundaciones que le costaron a nuestra economía $5.2 mil millones en daños y resultaron en 44 muertes.

Hoy en día, los agricultores de Pensilvania se están recuperando de las pérdidas económicas que trae el cambio climático. Según la evaluación estatal de este año, el cambio climático y el aumento de las concentraciones de CO2 atmosférico aumentarán las temperaturas al menos  en 4,9 grados Fahrenheit para el 2050. También se espera que las precipitaciones aumenten entre un 8 y 12% en ese mismo periodo. Esos son cambios significativos en el clima y tendrán un impacto igualmente masivo en el suministro de alimentos de nuestro país y en las pequeñas granjas familiares.

Con las amenazas a nuestra salud, nuestra economía y nuestra seguridad, está claro que el cambio climático es el desafío más serio que enfrenta Pensilvania.

La clave para enfrentar este desafío es actuar con valentía y urgencia. Una solución es garantizar una inversión significativa y audaz en energía limpia.

La energía limpia no sólo reduciría las emisiones y dejaría a las generaciones futuras con un planeta más saludable, sino que estas inversiones también estimularían el crecimiento económico y nuevos empleos sindicales bien remunerados.

Afortunadamente, estas inversiones son increíblemente populares entre los residentes de Pensilvania que comprenden la urgencia de la crisis climática y la importancia de actuar ahora. Casi dos tercios de los residentes de Pensilvania están preocupados por la crisis climática y quieren que los líderes tomen medidas decisivas hoy. El 60% de los residentes de Pensilvania cree que el presidente y el Congreso deberían hacer más para abordar la crisis. El 74% apoya la transición del país a electricidad 100% limpia para 2035.

Es por eso que debemos ver a estas personas salir a votar en estas elecciones, aquellos que encuesta tras encuesta dicen que la crisis climática es un tema importante para el país. Sin una coalición de votantes climáticos, no veremos la acción necesaria para invertir en energía limpia y asegurar nuestro futuro.

La elección es un momento de transformación para nosotros. Es el momento en el que podemos luchar por un futuro estable, limpio y ecológico para nuestro estado. Uno que nos mantendrá a salvo, uno que podremos sostener a largo plazo mientras protegemos nuestro planeta.

Janet Diaz, candidata para el distrito 13 del Senado Estatal en Pensilvania.

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