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Fuertes vientos y olas azotan Nantucket y Martha’s Vineyard mientras el huracán Erin se aleja al mar

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Sebastian Kettner pesca en el muelle Jennette mientras las olas provocadas por el huracán Erin se estrellan en la costa en Nags Head, Carolina del Norte, el 21 de agosto de 2025. (AP Foto/Allen G. Breed)

RODANTHE, Carolina del Norte, EE. UU.— Fuertes vientos y olas azotaron Nantucket y Martha’s Vineyard, y peligrosas corrientes de resaca amenazaron desde las Carolinas hasta Nueva Inglaterra mientras el huracán Erin se adentraba en el mar.

Según los pronósticos, la tormenta podría causar posibles inundaciones durante el fin de semana a lo largo de la costa este, pero también se esperaba que fuese perdiendo fuerza de forma gradual. El Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) en Miami reportó a primera hora del viernes que Erin se había debilitado a huracán de categoría 1, con vientos máximos sostenidos de 150 kilómetros/hora (90 mph), y estaba a unos 680 kms (425 millas) al sur-suroeste de Halifax, Nueva Escocia.

A pesar de tener el doble del tamaño de un huracán promedio, hasta ahora ha logrado pasar por el Atlántico entre la costa este y varias naciones insulares, lo que ha limitado su capacidad destructiva.

En la cadena de islas barrera de Carolina del Norte, las olas rompieron las dunas de Kill Devil Hills el jueves por la noche, y el agua y la arena se acumulaban en la autopista 12.

Aunque aún se estaban evaluando los daños, las islas bajas parecían haber evitado los problemas generalizados.

Se levantó el aviso por tormenta tropical en Bermudas, donde se había pedido a residentes y turistas que se mantuvieran alejados del agua hasta el viernes. También se cancelaron las alertas a lo largo de las costas de Carolina del Norte y Virginia.

Las comunidades en la costa del Atlántico medio y el sur de Nueva Inglaterra podrían registrar ráfagas de viento con fuerza de tormenta tropical hasta primera hora del viernes, según el NHC en Miami.

El Servicio Meteorológico Nacional emitió alertas por inundaciones costeras para lugares tan al norte como las costas del Atlántico medio y Nueva Inglaterra, e indicó que algunas carreteras podrían volverse intransitables.

Las playas estaban cerradas para nadar el jueves en la ciudad de Nueva York, pero eso no impidió que más de una decena de surfistas se enfrentaran a las olas en Rockaway Beach en Queens. Scott Klossner, que vive cerca, dijo que las condiciones eran excelentes para surfistas experimentados.

“Esperas todo el año por este tipo de olas. Es un desafío, realmente difícil mantenerse en un lugar porque hay una corriente de resaca muy, muy fuerte”, comentó. “Pero esto es lo que los surfistas quieren: ¿un huracán que viene pero no destruye mi casa? Lo acepto”.

La cadena de islas barrera de Carolina del Norte o Outer Banks —que son dunas de arena que sobresalen del océano unos pocos metros (pies) sobre el nivel del mar— son especialmente vulnerables a la erosión. Las marejadas ciclónicas pueden atravesarlas, arrastrando toneladas de arena y escombros a la carretera y, a veces, rompiendo el pavimento y creando nuevos canales.

Las dunas y la playa sufrieron fuertes golpes los últimos dos días, pero el administrador del condado de Dare, Bobby Outten, dijo que no ha habido nuevos canales con Erin ni daños estructurales significativos en hogares o negocios.

“En general, no es tan malo como podría haber sido”, dijo Outten. “Esperemos que lo peor haya pasado”.

En el muelle de Jennette, en Nags Head, donde los vientos sostenidos alcanzaron los 72 km/h (45 mph), docenas de personas tomaron fotos de las enormes olas chocando contra la estructura en medio de la intensa lluvia.

“Esta es la naturaleza en su mejor momento”, dijo David Alan Harvey, que reside en la localidad. “Me encantan estas tormentas”.

Erin ha fluctuado en intensidad desde que se formó hace casi una semana, pero se ha mantenido inusualmente grande, extendiéndose a lo largo de más de 965 kms (600 millas).

Los llamados huracanes de Cabo Verde, que, como Erin, se originan cerca de estas islas frente a la costa oeste de África, cruzan miles de millas de océano cálido y están entre los más peligrosos para Norteamérica.

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