En la década de 1950, Estados Unidos vivió una de sus etapas más oscuras en términos de libertades civiles: el macartismo. Bajo el liderazgo del senador Joseph McCarthy, se desató una persecución política que afectó a miles de ciudadanos acusados de tener vínculos con el comunismo. Esta “caza de brujas” dejó huellas profundas en la cultura, el gobierno y la sociedad estadounidense.
¿Qué fue el macartismo?
El término “macartismo” proviene del apellido del senador McCarthy, quien en 1950 afirmó tener una lista de comunistas infiltrados en el Departamento de Estado. En su famoso discurso en Wheeling, Virginia Occidental, declaró:
“Tengo aquí en mi mano una lista de 205 personas que fueron identificadas como miembros del Partido Comunista y que aún trabajan y moldean la política en el Departamento de Estado”.
— Joseph McCarthy, 9 de febrero de 1950
Aunque nunca presentó pruebas sólidas, sus acusaciones generaron un clima de miedo y sospecha que se extendió por todo el país.
Contexto histórico
Tras la Segunda Guerra Mundial, el mundo se dividió entre dos grandes bloques: el capitalista liderado por EE. UU. y el comunista encabezado por la Unión Soviética. La Guerra Fría alimentó el temor a una infiltración comunista en instituciones clave, lo que McCarthy aprovechó para impulsar su agenda.
“Hoy estamos inmersos en una batalla final sin cuartel entre el ateísmo comunista y el cristianismo”.
— Joseph McCarthy
Las víctimas del macartismo
Arthur Miller
El dramaturgo Arthur Miller fue citado por el Comité de Actividades Antiestadounidenses (HUAC) en 1956. Se negó a delatar a colegas y fue condenado por desacato al Congreso. Su obra Las brujas de Salem (1953) fue una alegoría directa del macartismo:
“La paranoia que desató McCarthy era tan intensa como la de Salem en el siglo XVII”.
— Arthur Miller, sobre el paralelismo entre su obra y el macartismo
Los Diez de Hollywood
Guionistas y directores como Dalton Trumbo se negaron a testificar ante el HUAC en 1947. Fueron encarcelados y puestos en listas negras, lo que destruyó sus carreras por años.
“No respondí porque no creo que el gobierno tenga derecho a preguntar sobre mis ideas”.
— Dalton Trumbo, guionista y miembro de los Diez de Hollywood
El declive de McCarthy
En 1954, McCarthy fue censurado por el Senado tras abusos evidentes en sus investigaciones, especialmente contra el ejército. Su caída marcó el fin del macartismo, pero el daño ya estaba hecho.
“El macartismo es el americanismo remangado”.
— Joseph McCarthy, discurso en Wisconsin, 1952
Legado y lecciones
El macartismo es recordado como un ejemplo de cómo el miedo puede erosionar las libertades democráticas. Hoy, sigue siendo una advertencia sobre los peligros de la persecución ideológica y la manipulación política.
“Nada hay más infame que una calumnia, arma favorita del macartismo”.
— Julio Yao Villalaz, El Periódico de Panamá

