Este miércoles 17 de septiembre, un tiroteo en North Codorus Township, condado de York, dejó un saldo trágico: tres agentes de policía muertos y dos más gravemente heridos. El gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, se trasladó de inmediato al lugar para coordinar la respuesta estatal ante el incidente.
El tiroteo ocurrió mientras los oficiales intentaban ejecutar una orden judicial. Según reportes oficiales, el sospechoso abrió fuego contra los agentes y posteriormente murió por una herida autoinfligida.
El hospital York Hospital confirmó que está atendiendo a dos personas en estado grave relacionadas con el tiroteo y activó protocolos de seguridad reforzados. Helicópteros médicos fueron desplegados para evacuar a los heridos.
La escena del crimen se desarrolló en una carretera rural rodeada de campos agrícolas, granjas y huertos de manzanas, una región que atrae a trabajadores agrícolas migrantes, muchos de ellos de origen mexicano. El Consulado de México en Filadelfia informó que está monitoreando la situación y pidió a los ciudadanos mexicanos en la zona que siguieran las instrucciones oficiales.
La escuela del distrito Spring Grove emitió una orden de “refugio en el lugar” como medida preventiva, aunque aclaró que ni los estudiantes ni el personal escolar estuvieron involucrados directamente en el tiroteo.
El gobernador Shapiro expresó su pesar por la pérdida de los oficiales: “Lamentamos profundamente la pérdida de tres almas valiosas que sirvieron a este condado, a esta comunidad y a nuestro estado. Este es un día trágico y devastador para Pensilvania”.
La investigación sigue en curso, con múltiples agencias, incluyendo la Policía Estatal de Pensilvania, el FBI y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), colaborando en el lugar de los hechos.