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Sabina da un emocionado adiós en el «último concierto y el más importante» de su vida

El músico y cantante Joaquín Sabina durante el concierto que ha ofrecido el domingo 30 de noviembre 2025, en el Movistar Arena, en Madrid. EFE / Javier Lizón.

Marina Estévez Torreblanca

Madrid, España — «Este concierto en Madrid es el último de mi vida y, por tanto, el más importante. El que en unos años recordaré con más emoción», ha dicho Joaquín Sabina este domingo ante 12.000 personas en el cierre de la gira ‘Hola y adiós’, que, según sus palabras, también ha sido su despedida de los escenarios.

En un espectáculo con enorme carga emocional en el Movistar Arena, el cantante nacido en Úbeda (Jaén) hace 76 años ha dado «un adiós enormemente agradecido» por haber visto «crecer sus canciones», que «de un modo misterioso», ha subrayado, se han «colado en la memoria sentimental de varias generaciones».

Entre los asistentes al concierto estaban los políticos Alberto Núñez Feijóo y Borja Sémper y los artistas Víctor Manuel y Ana Belén, Dani Martín, Ara Malikian, Fernando León de Aranoa, Manuel Carrasco, David Trueba, Clara Lago, Alejo Estivel y Vanesa Martín, según fuentes de la organización.

«Esta gira que se llamaba ‘Hola y adiós’ ya pasó por medio mundo -[han sido 71 conciertos con más de 700.000 entradas despachadas] y esta noche ya se llama solo ‘adiós'», ha dicho con voz rota Sabina, que ha salido al escenario apenas 9 minutos más tarde de la hora señalada (20.30) y tras la emisión de un vídeo en las grandes pantallas que rodeaban el escenario con la canción ‘Un último vals’.

Más de dos horas más tarde, un Joaquín Sabina que no ha disimulado las lágrimas —tampoco sus músicos ni muchos de los asistentes al concierto— se ha despedido entre ovaciones.

Entre ‘Yo me bajo en Atocha’ (‘Enemigos íntimos’, 1998) y ‘Princesa’ (‘Juez y Parte’, 1985), la última canción, Sabina ha hecho un repaso de temas de muchos de los diecisiete álbumes publicados desde finales de los años 70, cuando comenzó su carrera como cantautor.

Otro de los grandes momentos de la noche ha sido cuando ha relatado la génesis de otra de sus canciones más conocidas. «Chavela me contó que vivía en el ‘Bulevar de los sueños rotos’ y yo pensaba que me estaba regalando un verso maravilloso y que merecía una canción», ha explicado sobre el tema que apareció en el disco de 1994 ‘Esta boca es mía’.

«Me puse a escribirla en el cuadernillo que siempre llevo encima, y antes que a nadie tuve el honor de cantársela a Chavela Vargas los dos solos, mirándole a los ojos», ha añadido antes de enfilar la canción con el público puesto en pie.

El álbum que le dio un éxito masivo en 1999, ’19 días y 500 noches’, ha sido uno de los más recordados durante la noche, con el tema homónimo que le dio nombre junto a ‘Ahora que…’, ‘De purísima y oro’, ‘Una canción para la Magdalena’ y ‘Noches de boda’, auténticos himnos que han sido masivamente coreados.

También de los años noventa, en concreto de 1996 es ‘Yo, Mi, Me, Conmigo’, otro de los grandes protagonistas de la noche (‘Y sin embargo’, ‘Tan joven y tan viejo’ y ‘Contigo’, que han alternado con himnos como ‘Y nos dieron las diez’ (‘Física y química’, 1992).

El músico y cantante Joaquín Sabina durante el concierto que ha ofrecido hoy domingo en el Movistar Arena, en Madrid. EFE / Javier Lizón.

No es el final de su vida artística

Icono del canallismo musical a este y al otro lado del Atlántico, Sabina se ha subido este domingo por última vez a un escenario con su concierto en el Movistar Arena de su Madrid, pero eso, como ha indicado el propio artista y suscribe su entorno, no significa el final de su faceta artística.

Fue en julio de 2024 cuando anunció, en un comunicado, su intención de despedirse de los grandes escenarios. En menos de 24 horas ya se habían vendido más de 200.000 entradas solo para su gira en España. Una gira que arrancó en febrero en América.

Solo unos meses antes de aquel anuncio, cumplía 75 años, tras haber acumulado demasiados trances de salud, como el infarto cerebral que sufrió en 2001 y que le hizo replantearse la vida canalla que alimentaba muchas de sus canciones.

Algunos de los sustos médicos más recientes ocurrieron en vivo, como cuando, en 2020, en el entonces llamado Wizink Center (hoy Movistar Arena), se precipitó al foso desde casi dos metros de altura, lo que derivó en varios traumatismos, un ingreso hospitalario en la UCI y dos intervenciones. Ahora Sabina pone un punto y aparte en su carrera, a tenor de sus declaradas intenciones, lejos de los escenarios.

El músico y cantante Joaquín Sabina durante el concierto que ha ofrecido hoy domingo en el Movistar Arena, en Madrid. EFE / Javier Lizón.
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