WASHINGTON (AP) — El presidente Donald Trump pronunció el miércoles un discurso a la nación con una enorme carga política, en el que intentó culpar a los demócratas de los desafíos económicos y anunció un bono de 1.776 dólares para todos los miembros de las fuerzas armadas para Navidad.
Los comentarios se producen mientras la nación se prepara para celebrar las fiestas navideñas, pero Trump se centró más en las divisiones internas del país que en el sentido de unidad. Su discurso desde la Casa Blanca fue una repetición de su reciente mensaje, que hasta el momento ha sido incapaz de calmar la ansiedad pública ante el elevado costo de los alimentos, la vivienda, los servicios públicos y otros bienes básicos.
Trump ha prometido un auge económico, pero la inflación ha permanecido elevada y el mercado laboral se ha debilitado drásticamente después de que impuso una serie de aranceles a las importaciones de varios países.
El mandatario dejó entrever que su política arancelaria —parcialmente responsable de aumentar los precios al consumidor— financiará un nuevo “dividendo del combatiente” para 1,45 millones de miembros del servicio militar, un pago que podría aliviar algunas tensiones financieras en muchos hogares.
“Los cheques ya están en camino”, afirmó.
Los discursos a la nación en televisión nacional no suelen ser tan partidistas como los actos de campaña, pero Trump ofreció una versión condensada de sus habituales comentarios políticos.
Flanqueado por dos árboles de Navidad y con un retrato de George Washington a sus espaldas , Trump buscó atribuir a su predecesor, Joe Biden, cualquier preocupación sobre la economía.
“Hace once meses heredé un desastre y lo estoy arreglando”, aseguró Trump. “Estamos a punto de un auge económico, como el que el mundo nunca ha visto”.
Sus deseos navideños llegaron en un momento crucial mientras intentaba reconstruir una popularidad que había ido en declive constante. Según las encuestas públicas, la mayoría de los adultos en Estados Unidos están frustrados con su manejo de la economía ante el aumento de la inflación después de que sus políticas arancelarias provocaron un incremento en los precios y una desaceleración en las contrataciones.
Trump y su partido enfrentan un referéndum sobre su liderazgo durante las elecciones de mitad de período del próximo año, que decidirán el control de la Cámara de Representantes y del Senado.
El discurso desde la Casa Blanca fue una oportunidad para que Trump tratara de recuperar algo de impulso tras las derrotas republicanas en las elecciones de este año, que plantearon dudas sobre la durabilidad de su coalición.
Trump presentó algunos gráficos para argumentar que la economía se encuentra en una trayectoria ascendente. Hizo afirmaciones sobre el aumento de los ingresos, la disminución de la inflación y la entrada de inversiones al país, al tiempo que, según él, distintos dignatarios extranjeros le han asegurado que “somos el país más atractivo en cualquier parte del mundo”, una afirmación que ha repetido con frecuencia en eventos públicos.
Si el argumento parecía familiar, es porque refuerza los argumentos con los que Biden intentó defender la economía de Estados Unidos sin mucho éxito. Ante la creciente inflación, el expresidente también destacó la envidiable tasa de crecimiento económico del país en comparación con otras naciones.
Pero las cifras duras internalizadas por la población muestran un panorama más complicado: una economía que goza de cierta estabilidad, pero que tiene pocas razones para inspirar mucha confianza pública.
El mercado bursátil está en alza, los precios de la gasolina han bajado y las empresas tecnológicas están haciendo grandes apuestas en el desarrollo de la inteligencia artificial. Sin embargo, la inflación que había ido en descenso después de alcanzar su punto más alto en cuatro décadas durante el mandato de Biden en 2022, ha vuelto a acelerarse después de que Trump anunció una serie de aranceles en abril pasado.
El índice de precios al consumidor está aumentando a una tasa anual del 3%, frente al 2,3% de abril.
La presión sobre la asequibilidad también proviene de un mercado laboral más débil. Las contrataciones mensuales promedian apenas 17.000 desde el “Día de la Liberación”, cuando Trump anunció impuestos a las importaciones, medidas que suspendió y reajustó varios meses después.
La tasa de desempleo ha alcanzado el 4,6% frente al 4% de enero.
Trump dijo que los compromisos de inversión para nuevas fábricas impulsarán los empleos en manufactura y que la actividad del consumidor mejorará drásticamente a medida que las personas reciban un mayor reembolso de sus declaraciones fiscales a partir del próximo año.
Aunque enfatizó el estado de la economía, también enfrenta desafíos en otros frentes políticos.
Las deportaciones a gran escala de inmigrantes han resultado impopulares, incluso cuando se las presenta como una medida positiva para frenar los cruces a lo largo de la frontera con México. En términos generales, la población parece no inmutarse ante sus esfuerzos por poner fin a conflictos en distintas partes del mundo y ante sus ataques a barcos sospechosos de traficar drogas cerca de Venezuela.
Trump intentó culpar a los demócratas del probable aumento de las primas de seguros de salud a medida que expiran los subsidios vinculados a la Ley de Cuidado de Salud Asequible de 2010. Los legisladores demócratas han buscado abordar ese problema, mientras que Trump ha dicho, sin dar muchos detalles, que cualquier ayuda gubernamental debería ir directamente a las familias para adquirir un seguro, en lugar de a las aseguradoras.
Aun así, la verdadera prueba de su discurso será si la economía mejora de maneras que eleven la confianza pública y, potencialmente, las probabilidades de su propia coalición en las elecciones del próximo año.
El presidente buscó terminar su discurso en términos positivos, haciendo referencia a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 y a los partidos de fútbol de la Copa del Mundo que se disputarán en Estados Unidos el próximo año.
Trump hizo un llamado al patriotismo al señalar que 2026 es el 250.º aniversario de la firma de la Declaración de Independencia y cerró su discurso deseando a los espectadores una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.

