Icono del sitio Impacto

Crisis federal: 42 millones sin asistencia alimentaria y seguros médicos más caros en 2026

Agriculture Secretary Russell Redding stood with Karns Foods Board Chairman Scott Karns, and Pennsylvania Food Merchants Association Communications Director John Zimmerman to call out the critical role Supplemental Nutrition Assistance Program (SNAP) benefits play in supporting Pennsylvania farms, grocery industry jobs, and families. Speakers echoed concerns of local growers who supply Karn’s about how proposed federal cuts to SNAP funding will hurt their farms and their neighbors if Congress follows through on the current version of H.R. 1.

El cierre de Gobierno en EE.UU. entró este fin de semana en una fase crucial ya que expiraron los fondos para el programa de ayuda alimentaria del que dependen 42 millones de ciudadanos y se publicaron también por primera vez las nuevas primas de los programa sanitarios del Obamacare para 2026, que se incrementarán considerablemente por el fin de los subsidios.

La agencia que gestiona los programas federales de seguros sanitarios para personas vulnerables publicó las nuevas tarifas en su página web, mientras que distintas consultoras continúan elaborando cálculos sobre los incrementos promedio de las primas para el próximo año.

Los estudios apuntan a subidas por parte de las aseguradoras de en torno a un 25 % de media en los distintos estados, a lo que hay que sumar el fin de los subsidios aprobados en 2021 en plena pandemia para dar apoyo a los usuarios de los programas incluidos en la ley de cuidados sanitarios asequibles, conocida como Obamacare.

Estas ayudas hacían que las pólizas fueran gratuitas para aquellos en situación de pobreza y subsidiaban parcialmente el coste para aquellas personas que ganaban menos de 65.000 dólares al año.

Sin seguro o con pólizas un 100 % más caras

Algunos expertos consideran, pues, que esta situación supondrá que muchas familias no podrán hacer frente al gasto y dejarán de estar aseguradas, y que, para aquellas que aún puedan permitírselo, el coste anual de esta póliza prácticamente se duplicará.

A su vez, el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), del que depende 1 de cada 8 estadounidenses (la mayoría niños, mayores y personas con discapacidad) para acceder a alimentos, se encuentra desde el sábado sin fondos debido al cierre federal.

La situación de 42 millones de estadounidenses que reciben cupones para comprar comida a través de este programa está ahora mismo en el aire, incluso después de que dos jueces ordenaran en viernes al Gobierno de Donald Trump dar con una fórmula para financiar SNAP con fondos de emergencia, algo a lo que a lo que se había negado en principio el Departamento de Agricultura, del que depende esta asistencia alimentaria.

La mayoría de expertos considera que independientemente de la decisión final del Gobierno o los tribunales parece claro que habrá retrasos en la próxima entrega de cupones para alimentos.

Reiniciar el complejo sistema que envía pagarés a los beneficiarios de SNAP puede llevar varios días, lo que significa que las medidas provisionales de las administraciones locales van a ser cruciales para aquellos con dificultades para comprar alimentos.

Preocupación por el tráfico aéreo

A la situación creada por el fin de las ayudas alimentarias y sanitarias se suma también la creciente preocupación por la continuidad del tráfico aéreo ante la escasez de controladores, que se cuentan entre los 730.000 empleados federales considerados esenciales que siguen trabajando de momento sin cobrar, algo que no harán hasta que se levante el cierre.

Dos aeropuertos de Nueva York se vieron obligados a suspender temporalmente los aterrizajes ayer, día en que la mitad de los aeródromos con más tráfico del país reportaron escasez de personal, lo que generó retrasos en todo EE.UU.

En el cierre de Gobierno de 2018-2019, el más largo en la historia nacional, fueron precisamente las bajas de los controladores las que, al paralizar parte del tráfico aéreo del país, obligaron a republicanos y demócratas a alcanzar un acuerdo en el Legislativo.

El actual cierre federal, que hoy está en su trigésimo segundo día y podría convertirse en el más largo de la historia de EE.UU., se debe al enroque entre demócratas y republicanos en el Senado para aprobar nuevos presupuestos que reabran el Gobierno.

Las demócratas exigen que, para dar a los republicanos los votos necesarios para aprobar una partida presupuestaria provisional que levante el cierre, se prolonguen precisamente los subsidios de Obamacare que caducan a finales de año, mientras que los conservadores piden reabrir primero la Administración y negociar después sobre los ayudas.

Salir de la versión móvil