Cynthia Greer / The Philadelphia Inquirer

Por GRACE DICKINSON 

Miles de niños en toda la región de Filadelfia pronto regresan a la escuela desde un asiento dentro de su casa. Si su hija/hijo es uno de ellos, es hora de empezar a pensar en crear un espacio de trabajo cómodo y funcional. Disfrutar del desayuno desde la cama es una cosa, pero ¿la clase de matemáticas en la cama? Evítelo si puede.

“Aprender a aprender es probablemente lo más importante de la escuela. Esto incluye habilidades organizacionales, mantener horarios y rutinas, aprender acerca de responsabilidades y cómo pensar en el futuro.”, dice Todd Levy, un terapeuta ocupacional en el Hospital Infantil de Filadelfia. “Enseñar esas habilidades de forma virtual es desafiante, pero es posible, y una buena configuración del espacio de trabajo del estudiante ayudará”.

Cada niño es diferente. Y todos estamos navegando en aguas nuevas. Al tratar de crear el espacio de aprendizaje “correcto”, los ajustes son inevitables. Pero tienes que empezar por alguna parte . Hemos pedido a los expertos consejos sobre cómo configurar un escritorio donde su hijo realmente podrá aprender.

Designe un espacio de trabajo específico

No importa si es una habitación de invitados completa o una mesa plegable en la esquina de su sala de estar.

Sin embargo,  debe ser consistente para construir una rutina. Un espacio “escolar” fijo ayudará a los niños a pasar de una mentalidad de descanso en pijamas y desayuno a una mentalidad de aprendizaje.

Si está utilizando un espacio compartido, como la mesa del comedor, intente delinear una sección con cinta de pintor.

“La prioridad debería ser tener un espacio dedicado, pero si eso tiene que cambiar debido a la rutina que sucede en el hogar, está bien siempre que [la nueva ubicación] todavía parezca un espacio de aprendizaje, y todos sepan que ese es el espacio de aprendizaje”, dice Levy.

No espere que su hijo se quede pegado a su silla. El movimiento regular es importante. Algunos niños pueden necesitar tomar descansos breves con tanta frecuencia como cada 20 minutos, dice Levy. Otros podrían beneficiarse cambiando a una habitación diferente periódicamente. Pero anime a que los cambios de lugar de aprendizaje sean breves, especialmente si eso significa trasladarse al sofá o al piso.

“Los niños están desarrollando su postura y pueden adoptar hábitos posturales muy rápidamente”, dice Levy. “Si sienten que necesitan 10 minutos aquí o 20 minutos allí para cambiar de posición, es muy razonable, pero no por largos períodos de tiempo”.

Asegúrese de que el “escritorio” sea del tamaño correcto

¿No tiene escritorio? No hay problema. Todo tipo de superficies planas pueden servir como espacio de trabajo para su hijo siempre que pueda sentarse en una posición vertical y saludable. Sus rodillas y caderas deben formar ángulos de 90 grados, con su computadora portátil o dispositivo al nivel de los ojos. Los pies siempre deben tocar el suelo.

“Si nuestros pies están colgando, no es bueno para la circulación, y si pueden mover las piernas, puede ser una distracción”, dice Levy. “Si es necesario, coloque una caja de juego o algo sólido debajo de sus pies”.

¿Niño inquieto? Trate de usar una pelota de ejercicio.

Si su hijo tiene problemas quedándose quieto, primero asegúrese de que su silla sea cómoda. ¿Aún está inquieto? Intente reemplazar su asiento con una pelota de ejercicio.

“Algunos niños pueden necesitar más movimiento para mantenerse enfocados”, dice Levy.

Dale a tu hijo un “casillero”

Designe un contenedor para guardar los útiles escolares al final del día, especialmente si el espacio de trabajo debe cumplir una doble función, como la mesa del comedor. También ayudará a mantener a su hijo organizado: nadie quiere ver a su hijo corriendo en busca de un marcador en medio de una clase virtual de Zoom.

“Puede ser cualquier tipo de contenedor, desde una caja de zapatos hasta un contenedor de plástico”, dice Janet Bernstein, organizadora profesional certificada y propietaria de Organizing Professionals. “Mi colega fue a la tienda y dejó que sus hijos escogieran sus propias mochilas y, al final del día, vuelven a poner todo en la mochila. Es una buna opción, especialmente para lograr que los niños más pequeños cooperen”.

Presta atención a la iluminación

La iluminación adecuada ayuda a prevenir la fatiga ocular y los dolores de cabeza. Asegúrese de que el espacio de trabajo esté suficientemente alumbrado para leer y preste atención a la ubicación de las ventanas: las ventanas directamente detrás o delante de una pantalla de computadora pueden crear deslumbramientos distrayentes. .

Deshágase del desorden (incluso si tiene que fingirlo)

Por naturaleza, somos seres visualmente distraídos, dice Levy. Cuantas menos distracciones, más fácil será para su hijo ser productivo. Así que despeje el área, pero no se deje abrumar.

“Invierta solo un poco de tiempo cada día, puede ser media hora, para despejar y haga que los niños participen”, dice Bernstein, quien recomienda poner un temporizador y comenzar en un extremo de la habitación. Cuando hayan pasado 30 minutos, tome nota de dónde paró y siga al día siguiente.

¿No tiene tiempo? ¿O la energía mental? Lo entendemos. Tirar una sábana sobre las áreas desordenadas puede ser mejor que no hacer nada, dice Levy.

Minimice las distracciones

Minimice las distracciones sobre las que tiene control. Apague la televisión, todos los bocadillos tentadores y los celulares..

“Tenga un tiempo programado y un espacio separado donde los estudiantes puedan mantenerse conectados con sus amigos para mantener esas conexiones sociales”, dice Levy. “Pero es realmente importante mantener los dispositivos que no están relacionados con la escuela fuera del lugar de trabajo”.

Tener a varios niños trabajando dentro de la misma habitación es un desafío adicional. Los audífonos con cancelación de ruido pueden ser una buena inversión si se lo puede permitir pero incluso un simple divisor de pantalla puede ayudar. Esto puede ser algo tan fácil como colgar una sábana del techo para poder separar la habitación en dos.

“Colocar un tablero de tres pliegues o una sábana detrás del escritorio también puede ayudar a eliminar las distracciones de otras personas que están mirando al niño a través de Zoom, por lo que solo ven un fondo en blanco”, dice Sierra Filucci, madre de dos hijos y directora editorial de Common Sense Media, una organización de educación y defensa familiar que recientemente lanzó Wide Open School, una plataforma llena de recursos de aprendizaje a distancia para los padres.

 Designe una “zona tranquila”

Diseñe un horario en una pizarra o en una hoja de papel grande para que cada miembro de la familia sepa cuándo otros no pueden ser interrumpidos. Pero no espere que los niños más pequeños sigan siempre las reglas.

“También puede colocar un en una puerta o mesa que ‘Estoy ocupado en este momento’”, dice Filucci. “Idealmente, necesitará sentarse a hablar para que todo el mundo esté en la misma página y para que todos puedan aportar  ideas: ¿Cuáles son algunas maneras en las que podemos facilitar el trabajo y el aprendizaje entre nosotros? “

Deje que su hijo haga su propio espacio

Dejar que su hijo tenga voz en la configuración del espacio ayudará a que se entusiasme por utilizarlo. Anímelos a decorar con un cartel favorito o con su propia obra de arte. Si tiene los recursos, permítales elegir algunos elementos nuevos, como un estuche de lápices de colores o un diario.

“Aunque la escuela no comienza de la misma manera, hay algo emocionante en las compras de regreso a la escuela”, dice Filucci. “Pero no tiene por qué costar dinero, puede ser simplemente decorar una hoja de papel con su nombre para colocarla sobre el escritorio”.

Incluso si un espacio de trabajo permanente no es una opción, puede personalizar los dispositivos electrónicos con una linda funda o una calcomanía con su nombre.

“Como padres, tenemos que hacer todo lo posible para motivar a nuestros hijos para este tipo diferente de aprendizaje”, dice Filucci. “Vaya a la ciudad y cree un espacio realmente especial para su hijo/hija”.

Descanse

Esto no es fácil. No todos los días serán fácil.

“Es muy difícil, eso es parte del consejo”, dice Filucci. “Habrá distracciones y, como padre, tiene que darse un poco de margen para entender que todos estamos haciendo lo mejor que podemos”.


Nota de la editora: Este artículo se publicó originalmente en inglés y fue escrito por Grace Dickinson para The Inquirer. Fue traducido por Solmaira Valerio y editado por Gabriela A. Rivera  para Kensington Voice. Publicado el 08/28/2020

Kensington Voice es una de las más de 20 organizaciones de noticias que producen Broke in Philly, un proyecto colaborativo de reportaje sobre movilidad económica. Lea más en brokeinphilly.org o sígalo en Twitter en @BrokeInPhilly.

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